sábado, 8 de enero de 2011

ARMAS BLANCAS
Hay muchas personas que a las armas blancas les tienen una especial aprensión. El hecho de que sean esgrimidas hacia ellos les causa un gran desconcierto, bloquea sus mecanismos de reacción e imposibilita su defensa ¿Quién no ha oído alguna vez la frase “prefiero mil veces verme ante una pistola que ante una navaja? Se ignora el porque de esta muy general opinión. Tal vez sea por la creencia de que son sus efectos mas sangrientos que las armas de fuego, o por la necesidad de que nuestro agresor se aproxime a nosotros y de esta forma sentir su proximidad, su olor, su intención y esto crea una mayor impresión de peligro. Lo cierto es que prácticamente por esta ultima razón, su grado de peligrosidad es variable y diferente al de las armas de fuego ya que con ayudas improvisadas o a “mano limpia” permiten una razonable posibilidad de supervivencia para el que por desgracia se ve en la necesidad de afrontarlas, siempre que conozca las técnicas adecuadas y tenga la preparación emocional y mental suficiente para intentar ejecutarlas. También no es menos cierto que su uso es indiscriminado. Han sido, las armas blancas, de siempre el arma del pueblo. El jefe, el noble o el caballero usaban la espada, sus vasallos y servidores se servían del puñal o la daga. Quizás, por esta causa, por haber estado el hombre durante siglos acosado por su latente amenaza, existan determinados individuos, como antes decíamos, ese pánico incontrolado. En cualquier caso, a su evidente peligrosidad, cabe anteponerle en caso de absoluta necesidad una depurada técnica de defensa que no contenga errores de base y que este perfectamente dominada en base a un adecuado entrenamiento psicofísico. Respecto a los errores que cabe cometer, uno fundamental es olvidar que las armas blancas suelen cortar y pinchar. Otro es intentar realizar técnicas de defensa que nos obliguen a “entrar” dentro del propio ataque para neutralizarlo. Otro ejemplo es el descuidar el control de la mano armada o el omitir el desarme final de nuestro agresor, pese a que aparentemente haya quedado totalmente inerme. Así, respecto al primero, veremos que si en un ataque de arriba-abajo actuamos bloqueando el ataque con nuestro antebrazo, pudiera suceder que el agresor al ver detenido su golpe, reaccionara “encadenado” su fallido movimiento con una atracción del arma hacia si que por el filo de esta podría cortar nuestro músculos flexores y extensores del antebrazo. Si el ataque fuera de abajo-arriba podría suceder exactamente lo mismo, en cuanto a la reacción del agresor, ahora aun mas fácilmente y con peores consecuencias, ya que los órganos afectados serian tendones y vasos sanguíneos. Por tanto, este punto debe ser especialmente cuidado y junto con los otros errores señalados ser tenido siempre en cuenta ya que simplemente y llanamente lo que esta en juego es nuestra propia vida.

CARACTERISTICAS GENERALES Y CONSECUENCIAS EN EL ENFRENTAMIENTO Y LA MANIPULACION DE LAS ARMAS BLANCAS
Cabe considerar como “arma blanca”, desde el punto de vista de la defensa personal, a todo objeto capz de cortar y/o punzar, haciendo una cierta abstracción de su tamaño, diseño o material de construcción. Se resaltan dos características básicas de las armas blancas: que puncen y/o que corten. Esto es algo que no debemos olvidar dentro del tema que estamos tratando: un arma blanca puede punzar o pinchar (heridas en profundidad) por su punta; pero también, generalmente, esta dotada de un filo capaz de cortar o producir heridas longitudinales. Detalle a tener en cuenta ante este tipo de ataques. Podemos entonces enfrentarnos a dos tipos de ataques: los realizados con la punta del arma y los realizados con la hoja o filo de esta. Lógicamente, cada uno de estos tiene objetivos precisos que es necesario conocer para evitar las posibles consecuencias.

LOS PUNTOS SUSCEPTIBLES DE SER ATACADOS CON LA PUNTA DEL ARMA SON:
1- Por el frente:
· la arteria y la vena angular, a cada lado de la nariz
· la arteria carótida y la vena yugular a ambos lados del cuello y en su mitad anterior
· la arteria subclavia situada bajo la clavícula
· el corazón
· la arteria humeral
· en la articulación del codo y debajo de el
· la arteria radial, en la muñeca
· el estómago
· la arteria femoral, en la ingle

2- Por detrás:
· los riñones
A su vez, los objetivos que preferentemente serán atacados por la hoja o filo del arma son:
1- Por el frente:
· Los ligamentos y vasos sanguíneos de la cara lateral del cuello
· Los ligamentos y vasos sanguíneos de la axila
· Los ligamentos del pectoral y la arteria humeral
· Los ligamentos y vasos del codo y de la muñeca
· El abdomen (los intestinos)
· Los ligamentos y vasos internos de la parte alta del muslo (arteria femoral y vena safena)

2- Por detrás:
· Los ligamentos posteriores de la rodilla y el tendón de Aquiles

De la forma en que se empuña el arma es presumible la ejecución de un tipo de ataque u otro. En el caso de que el arma este empuñada de una forma mas firme podemos suponer una mayor decisión en un golpe a dar, un mayor deseo de producir daño, de herir contundentemente; los ataques serán de “vaivén” de abajo-arriba y circulares del exterior al interior. Cuando el arma se agarra sujetando parte de la hoja y del mango a la vez, es lógico pensar en un deseo del agresor de limitar las posibilidades letales del arma, de no producir daños irreparables. Aunque también pensarse en la idea de afianzar la hoja para evitar su rotura en el momento del impacto. Los atajes serán ligeros, principalmente de cortes rápidos y superficiales. Prevalece mas que nada, la intención de “marcar”. Variando la sujeción del arma cambian totalmente las posibilidades de ataque. De esta manera los movimientos serán de arriba-abajo, descendentes o circulares de interior hacia el exterior. En el caso de que el arma empleada sea un vidrio o casco de botella roto, es fácil presumir el tipo de ataque que se puede efectuar con ellos (conociendo lo que antecede), siendo su característica mas sobresaliente la clase de heridas que producen. Estas presentan un corte mas ancho, menos limpio, y con abundante hemorragia, hecho este ultimo que el defensor debe tener en cuenta. Naturalmente, el experto en el manejo de armas blancas conoce todo lo dicho y muchas cosas mas, por lo que el ya muy problemático enfrentamiento a un individuo que esgrime un arma de este tipo se agudiza cuando de una persona experimentada en su uso se trata. Por ello, lo primero que tratara es de no definir su táctica, tomando el arma (guardia) en una forma imprecisa, susceptible de ser cambiada a cualquier otra con mucha rapidez. O lo que es peor, ocultar su arma: se aproximará y herirá en la ingle o bajo el vientre dando fuerza a su golpe con la impulsión de la cadera, de una forma imprevisible, imparable y eficaz. Igual principio, en cuanto a la guardia, se sigue en las formas básicas de adiestramiento bélico para fuerzas especiales en la que es común la adopción de una guardia denomina “a la americana”. Después de todo lo dicho, nos cabe ahora enfrentarnos con los movimientos propios de defensa personal que pretenden igualar las condiciones entre una persona en posesión de un arma blanca y otra desarmada. El fin de la defensa personal entonces es, salvaguardar la integridad propia y grupal, y pretende inferir una seguridad fundamentada en la adquisición de una capacidad psicotécnica y emocional a la que nos podemos acercar más o menos; pero jamás alcanzarla.

PUNTOS VULNERABLES ANTE UN ATAQUE CON ARMA BLANCA
Los ataques con armas blancas son burdos; las puñaladas suelen ser arriba hacia abajo, dirigidas al pecho o a la espalda. Las intimidaciones o amenazas con armas blancas, suelen ser dirigidas a la zona del cuello o abdomen. Las puñaladas más frecuentes son en la espalda las cuales impactan generalmente en los omóplatos, produciendo solo heridas superficiales. Esta forma de ataque es “extraída” de películas de ficción.Otros cortes se producen por querer protegerse instintivamente cubriéndose de la hoja del cuchillo con las manos, brazos, antebrazos y piernas; y en la cara, cuando el ataque va dirigido al cuello. El tamaño de la hoja, si bien es importante, no determina la magnitud del daño que puede ocasionar, ya que se han registrado casos donde el agredido con un arma blanca pequeña, recibió heridas tan profundas en la zona abdominal que llegaron a marcar la columna vertebral.
VIA PUBLICA
En la calle, es común que algunos transportistas, se valgan de herramientas cotidianas a sus actividades para realizar agresiones, por ejemplo, palos para chuequear neumáticos, destornilladores, llaves, etc. Los registros indican que los ataques con estos tipos de objetos, suelen ser dirigidos al cuello, pecho o cara.

EFECTO "POPEYE"
En la jerga médica se denomina efecto “Popeye” al producido por el consumo de la cocaína, la cual provoca una gran generación de adrenalina lo que genera una sobre-excitación que hace que la persona no sufra dolor ante golpes o cortes convirtiéndolas en “Imparables”

AGRESION PSICOLOGICA Y FISICA SIN ARMAS
La agresión o violación temporaria de nuestra libertad no precisamente siempre se realiza con armas blancas, objetos contundentes o de fuego. La superioridad física y la organización que actualmente poseen los delincuentes les permiten, muchas veces, intimidar y cometer actos delictivos sin la necesidad de portar ningún tipo de armas. Solo basta con agredir física o verbalmente a su víctima reduciéndola en segundos y dejándola imposibilitada de reaccionar
Puntos Vulnerables ante un ataque con arma blanca Ataques En nuestro país, generalmente, los ataques con armas blancas son burdos; las puñaladas suelen ser arriba hacia abajo, dirigidas al pecho o a la espalda. Las intimidaciones o amenazas con armas blancas, suelen ser dirigidas a la zona del cuello o abdomen. Las puñaladas más frecuentes son en la espalda las cuales impactan generalmente en los omóplatos, produciendo solo heridas superficiales. Esta forma de ataque es “extraída” de películas de ficción. Otros cortes se producen por querer protegerse instintivamente cubriéndose de la hoja del cuchillo con las manos, brazos, antebrazos y piernas; y en la cara, cuando el ataque va dirigido al cuello. El tamaño de la hoja, si bien es importante, no determina la magnitud del daño que puede ocasionar, ya que se han registrado casos donde el agredido con un arma blanca pequeña, recibió heridas tan profundas en la zona abdominal que llegaron a marcar la columna vertebral.